Gabriela, Juan, Carlos y Felipe se aburrieron de trabajar duro para nada. Los cuatro son alumnos sobresalientes del Miami Dade College, pero ninguno de ellos podrá cumplir sus sueños sin una reforma migratoria que les permita estudiar y vivir con los mismos derechos que todos. Para ellos este país es su hogar, sin embargo ninguno nació aquí por los que son inmigrantes indocumentados. Frustrados y cansados de esperar el cambio prometido por el Presidente al cual apoyaron, decidieron ponerse a caminar.
Comenzaron a caminar el primero de enero desde Miami y su meta es llegar a Washington el primero de mayo cruzando diferentes estados bajo sol y lluvia, con el temor de ser deportados o atacados por grupos antiinmigrantes.
A veintidos días de haber iniciado la caminata, el dolor muscular, las ampollas en los pies y el cansancio ya se hacen sentir. “Cada paso estamos más cerca de nuestros sueños y el dolor de nuestros pies no se compara con el dolor de una madre que es separada de sus hijos solo por su estatus migratorio”, dijo Felipe Matos, brasileño de veintitres años en conversación telefónica con este periódico. Matos llegó a los catorce años, está ranqueado entre los veinte mejores alumnos de pregrado del país y quiere ser profesor.
[posted by: gloria j]
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